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Advertencia: Tenga en cuenta que las cifras que les presentamos son sólo ejemplos usados a modo de ilustración, en ningún caso constituyen una garantía ni reflejan las producciones de algún viñedo en particular. Aunque es muy cierto que el cultivo de la uva puede llegar a ser muy rentable, es importante comprender que el mismo constituye una actividad rural cuyas ganancias, -contrario a invertir en Certificados de Depósitos en un banco-, nunca están garantizadas. Las plagas pueden destruir los cultivos; los cambios de tiempos drásticos hacen peligrar la calidad y cantidad de las cosechas; la relación entre la oferta y la demanda se puede escapar de nuestro control. Si usted aprende, o cuenta con las habilidades necesarias, o si contrata a las personas idóneas, es posible generar buenos ingresos, lo mismo vendiendo las uvas a las bodegas que produciendo el vino que accediendo cada año al mercado libre. El éxito o el fracaso económico pueden estar determinados por las relaciones que usted desarrolle con sus compradores así como por sus habilidades promocionales. El condado de Sonoma es grande, cuenta con más de 1 millón de acres de tierra. En 1999 las ventas agrícolas superaron los $483 millones. Uno de cada 20 acres está plantado de uvas y las ventas de estas excedieron ese mismo año los $269 millones, más del 55% del total de ingresos agrícolas del condado. Se puede afirmar que la producción de uvas, actualmente, sostiene al resto de las ramas agrícolas del condado. La uva vinera es un cultivo anual. La cosecha se realiza entre los meses de agosto y noviembre. Las uvas pueden ser recolectadas lo mismo manual que mecánicamente y vendidas a todas las bodegas que existen en California. Muchas de las bodegas de nuestro estado tienen viñedos que producen vinos locales; muchas otras compran las uvas a los cultivadores para completar sus producciones de vino. Los viñedos suelen demorar tres años en desarrollarse desde que son plantados hasta que rinden su primera cosecha. Técnicas agrícolas recientes han podido lograr la obtención de pequeñas cosechas en sólo dos años. Para el cuarto año, el viñedo ya debe estar produciendo a plena capacidad. Durante los tres primeros años se incurre en costos agrícolas necesarios. Mientras no se produzca uva no habrá gastos por concepto de cosechas, (los cuales son significativos).
El modo de plantar las parras es variable y cada cultivador y vinatero puede tener su propia perspectiva de lo que pueda resultar mejor para cada tipo de uva. La calidad y estilo del vino puede variar en dependencia del modo en que fue cultivada la uva. El número de parras puede variar entre 500 y 2000 por acre. También varían los modos de armar la alambrada de sostén. Los cultivadores se la pasan buscando el óptimo balance entre la producción y la calidad de las cosechas. Demasiada fruta puede afectar a la planta y bajar la calidad. Por otra parte, si no se obtiene suficiente fruta, las ganancias bajan. La mayoría de los sistemas de cultivo modernos están enfocados hacia producciones de entre 5 y 7 toneladas por acre. Los mayores o menores rendimientos dependen de las variedades. El abanico de producción puede ser bien amplio. Existen viñedos que producen 2 toneladas por acre, mientras otros producen a razón de 10. Así es la agricultura. Es posible que un viñedo de 10 acres en plena producción pueda rendir cerca de 50 toneladas de uvas vineras. Los costos de cultivo también pueden variar bastante. Tanto el diseño del viñedo, como la topografía y las condiciones del suelo pueden afectar los costos. Para llevar un viñedo hasta su estado productivo usted deberá plantarlo y atenderlo durante tres años. El costo de las parras también varéa. Sumando un buen número de parras, su siembra, así como la preparación previa, cada acre puede costar entre $15 000 y $25 000. Este es una cifra total que no incluye financiamiento. Una vez que el viñedo comienza a producir, los costos agrícolas también varían. Tanto el volumen de la cosecha como las condiciones del tiempo y el diseño de la plantación van a influir en los costos agrícolas anuales. Le sugerimos que considere una cifra de $2 500 a $3 500 anuales por acre. Los ingresos dependen del rendimiento de la cosecha y los precios de la uva. El rendimiento depende del tiempo, las prácticas y el conocimiento. Los precios de las uvas dependen de la relación entre la oferta y la demanda. Las uvas se venden por toneladas y los precios de estas son diferentes según las áreas y las variedades. En el año 2000, el precio promedio de la tonelada de uva en el condado de Sonoma estaba por debajo de los $2 000, en cambio el Russian River Pinot costaba $3 500 mientras que algunos Chardonnay $1 200. Se debe prestar atención a las variedades y denominaciones para prever los precios reales por toneladas porque los rangos pueden ser muy amplios. Las estructuras de precios difieren de acuerdo a las variedades. Por tanto, nuestro viñedo imaginario de 10 acres, que rinde 50 toneladas de cabernet a $ 2 500, podría darnos ganancias grosas de $125 000. Nuestros gastos serían de $35 000. Por tanto el ingreso neto del año, si no tenemos deudas por pagar, sería de $90 000. También hay beneficios de depreciación por los impuestos. Consulte a su contador para que le aconseje respecto a los impuestos Para más información sobre los precios de las uvas, vea los precios de las uvas en el Informe "Crush" de 2001 del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA). El condado de Sonoma es el Distrito 3. Financiar un proyecto de desarrollo de un viñedo requiere de mucha equidad. Como regla general los bancos prefieren que los dueños aporten un 40% o más de equidad en el proyecto. Nuestro viñedo de 10 acres pudiera costar cerca de $200 000, a $20 000 el acre. El precio de la tierra también puede variar. Hemos visto elevarse el precio de la tierra cultivable de $30 000 a $75 000 por acre y hasta $100 000 en el caso de los viñeros productores. Nuestro viñedo de 10 acres podría costar $500 000. El costo total para hacerlo producir al tercer año podría ser de $750 000. Un dueño podría necesitar unos $300 000 en equidad para el proyecto y el banco podría proporcionarle el resto del capital. La venta de buenas uvas de Sonoma también varía. Algunos cultivadores tienen contratos a corto o a largo plazo, mientras que otros venden cada año al precio del mercado. Los contratos pueden reducir los riesgos, pero también las ganancias. Hay personas que arriendan su viñedo a un cultivador que hace sus propios tratos. Los precios de las uvas vineras, al igual que todas las mercancías, están sujetos a las leyes económicas de la oferta y la demanda. Al plantar un viñedo, el cultivador debe contar con algunas idea de mercadeo para la fruta. Los viñedos tienen una larga vida. Normalmente, la mayoría no muere. Los cambios en las tecnologías agrícolas y en las preferencias de los consumidores a menudo determinan los re-cultivos. Algunas veces las plagas o las enfermedades pueden obligar a replantar los viñedos. En materia de agricultura, hay cosas que pueden suceder que se escapan de nuestro control. Generalmente las uvas vineras son fuertes y pueden volver a crecer. La clave está en la calidad y la producción. La vastedad del condado de Sonoma con su clima diverso y su topografía permite a los cultivadores producir uvas para distintos vinos de una misma variedad. Muchas áreas son conocidas según las Etiquetas. Cada etiqueta refleja un clima, un suelo y condiciones particulares que propician la producción de vinos únicos de esas áreas. Poseer uvas con una etiqueta reconocida puede significar mejor calidad y buenos precios. A continuación, más detalles acerca de las Etiquetas del condado de Sonoma. Sitios para investigar:
Librería del Vino en el Condado de Sonoma
Datos de utilidad
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